Bolivia Lanza Aceite «Sabor Casero» a Través de EMAPA para Fortalecer la Soberanía Alimentaria

Santa Cruz, Bolivia – El gobierno boliviano ha dado un paso significativo en su política de industrialización con el lanzamiento de «Sabor Casero», un nuevo aceite refinado producido y comercializado por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA). Este producto, que busca garantizar el abastecimiento y la estabilidad de precios en los hogares bolivianos, proviene de la Planta de Transformación de Subproductos de Soya en San Julián, Santa Cruz, como parte del proceso de industrialización impulsado por el presidente Luis Arce Catacora.

Bolivia impulsa la industrialización con su primera planta estatal de aceite

Bolivia ha dado un paso significativo hacia la industrialización y la sustitución de importaciones con la puesta en marcha de su primera planta aceitera estatal. Esta planta, planificada, construida y entregada durante el gobierno del presidente Luis Arce, representa un hito en la estrategia económica del país.

La planta ya está produciendo harina de soya, cascarilla y aceite crudo y refinado, que se encuentran en los tanques de almacenamiento. Actualmente, se está llevando a cabo el proceso de calibración del envasado para preparar los productos para su comercialización.

La producción inicial se pondrá a disposición de la gerencia general para su venta. Se espera que en junio se comercialicen 500.000 litros de aceite refinado, y a partir de julio, el volumen se incrementará a 1 millón de litros mensuales.

Desafíos en el camino

A pesar de este avance, la operación de la planta se ha visto afectada por bloqueos de rutas generados, según el gobierno, por motivos políticos por parte del sector de Evo Morales. Estos bloqueos han perjudicado el abastecimiento de insumos cruciales como parafina, hexano, gas y arcilla blanca, esenciales para la industrialización del grano de soya. Además, también han obstaculizado el traslado de los productos terminados a las diferentes regiones del país para su venta.

Aun así, la implementación de esta planta aceitera estatal marca un progreso importante en la visión de Bolivia de fortalecer su soberanía productiva y reducir la dependencia de las importaciones.